Reinaré en España
Después de comulgar, refiere Bernardo, tuve la misma visión del Corazón… rodeado con la corona de espinas y con una cruz en la extremidad de arriba… Dióme a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mí solo, sino que por mí las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos. Y pidiendo está fiesta (del Corazón de Jesús) en especial para España, en que ni aun memoria parece que hay de ella, me dijo Jesús: “Reinaré en España y con más veneración que en otras partes
“Lo que parece deducirse de todo el contexto es que, ni Bernardo ni mucho menos el mismo Jesús, intentaron hacer una competencia o campeonato entre “partes” o “naciones”. Lo que parece deducirse de esta gracia concedida a Bernardo es lo siguiente:
- Se trata de una gracia, no sólo para enriquecimiento personal de Bernardo, sino para ser instrumento por cuyo medio Dios quiere dar a conocer a otros las riquezas del Corazón de Cristo.
- Bernardo de Hoyos tiene una misión similar a Santa Margarita Mª de Alacoque: lo que por medio de ella quiso realizar Cristo en su Iglesia, proporcionalmente es lo que Cristo quiere realizar, por medio de Bernardo en España y América”.
La Gran Promesa interpela, solicita, encomienda personalmente al P. Hoyos a extender el reinado de Cristo especialmente en España, en todo el territorio que constituía España en aquella fecha (1733): la España actual, más Filipinas e Hispanoamérica.
Los católicos de la Hispanidad no debemos de olvidar esta gran promesa y esta responsabilidad de extender el reinado de Cristo ya a toda la humanidad y de luchar con todas nuestras fuerzas para que así sea.