Reinaré en España

Después de comulgar, refiere Bernardo, tuve la misma visión del Corazón… rodeado con la corona de espinas y con una cruz en la extremidad de arriba… Dióme a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mí solo, sino que por mí las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos. Y pidiendo está fiesta (del Corazón de Jesús) en especial para España, en que ni aun memoria parece que hay de ella, me dijo Jesús: “Reinaré en España y con más veneración que en otras partes

 

Máximo Pérez S. J., moderno biógrafo del P. Hoyos ( “El Poder de los débiles, Edapor 1991) explica así el sentido de esta Promesa

“Lo que parece deducirse de todo el contexto es que, ni Bernardo ni mucho menos el mismo Jesús, intentaron hacer una competencia o campeonato entre “partes” o “naciones”. Lo que parece deducirse de esta gracia concedida a Bernardo es lo siguiente:

  1. Se trata de una gracia, no sólo para enriquecimiento personal de Bernardo, sino para ser instrumento por cuyo medio Dios quiere dar a conocer a otros las riquezas del Corazón de Cristo.
  2. Bernardo de Hoyos tiene una misión similar a Santa Margarita Mª de Alacoque: lo que por medio  de ella quiso realizar Cristo en su Iglesia, proporcionalmente es lo que Cristo quiere realizar, por medio de Bernardo en España y América”.

La Gran Promesa interpela, solicita, encomienda personalmente al P. Hoyos a extender el reinado de Cristo especialmente en España, en todo el territorio que constituía España en aquella fecha (1733): la España actual, más Filipinas e Hispanoamérica.

Los católicos de la Hispanidad no debemos de olvidar esta gran promesa y esta responsabilidad de extender el reinado de Cristo ya a toda la humanidad y de luchar con todas nuestras fuerzas para que así sea.